Otoño en Rincón Cabero
Como cada otoño, este rincón situado en los límites del Parque Natural de los Calares del Mundo y de la Sima, cambia de tonalidad, pasando progresivamente de los verdes al marrón, amarillo, dorado y ocre, cubriendo los caminos, barrancos y balsas con un manto de hojas que el viento burlón sisa y desmelena de los chopos, nogueras, serbales, arces, higueras, cerezos, almendros y otros árboles que habitan el lugar.
Las tardes de otoño juegan con las nubes.
Al acortarse la luz diurna y prevalecer la oscuridad, el ganado del cortijo, formado por 180 ovejas Segureñas y 40 cabras (aproximadamente), se ve en la necesidad de aprovechar al máximo las horas de luz para abastecerse cuando sale a apastar al monte. Sus platos favoritos en estas fechas otoñales son, los llamados popularmente como Guíscanos y científicamente como Lactarius deliciosus (y otros setajos). Entre los pinares y enebrales del monte, el ganado pierde la cabeza por tan delicioso bocado, dejando a más de un Niscalero con la miel en los labios. También les encantan las bellotas, que ofrecen las carrascas del contorno y que tanto poder calorífico aportan para el invierno que se aproxima.
Rebaño de ovejas y cabras bajando de los prados.
En nuestra huerta ecológica, regada por el agua que nace en los manantiales naturales del calar y abonada por la basura del ganado y tan bien cuidada por el abuelo, podemos encontrar, calabazas, caquis, membrillos, habichuelas y granadas, con las que preparar y condimentar ensaladas y guisotes que preparan el cuerpo para los aires fríos que se dejan caer del calar.
La variedad de semillas de la zona, hace posible este bodegón. ¡Tenemos más carrozas en el garaje que Cenicienta!
Este otoño el agua ha brillado por su ausencia, se pueden contar con los dedos de la mano, los días de lluvia. Aun así, la huerta y los animales han salido adelante. La aceituna ha visto mermada la cosecha y con una semana hemos tenido suficiente para recogerla toda.
Ya está a la vuelta de la esquina el invierno que se presenta con pocas miras de hacer de la Navidad una Blanca y Dulce.
