Invierno en Rincón Cabero

Los tiempos cambian y nunca mejor dicho…Este ha sido un invierno atípico en esta zona de la sierra, con pocas precipitaciones y altas temperaturas.
Los almendros pronto preñaron de flores blancas y rosadas sus ramas y los campos y paisajes del entorno se vieron inmersos en una irreal primavera anticipada. Un bello espejismo sin duda, que luego desaparecería con las heladas.

Almendro en flor.

No por mucho madrugar mantienes el fruto en su lugar.

El ganado pudo disfrutar algunos días más pastando por el monte, sin tener que recurrir tanto a los piensos. Los carneros y machos cabríos se apartaron de las ovejas y cabras desde el día de noche buena, hasta mediados de Marzo, para que así, solo haya dos parideras al año. Una en Abril y otra en Septiembre. Épocas, donde ni hace mucho calor, ni mucho frío y la cría puede ser mejor controlada y llevadera.

Malos aires y vientos huracanados se dejaron caer por esas molatas en enero y febrero. Dejando a su paso los pinos de alto tallaje, tronchados como palillos de dientes, algunos por las copas y otros a ras de suelo.
La gran Noguera del cortijo, vio como alguna de sus gruesas y huecas ramas cayeron por la fuerza del viento. Las robustas carrascas también perdieron la batalla contra su furia y se vieron desgajadas en mayor o menor medida. Siempre se ha dicho, que no hay mejor poda que la que realiza la madre naturaleza. Pero presenciar ese poder desatado de los elementos en vivo, hace estremecerse hasta al más osado de los hombres, haciéndonos ver que ante Gaia somos simples hormigas.

Amanecer entre noguera centenaria.

Los primeros rayos matutinos son recibidos como una santa aparición por los habitantes del cortijo, que poco a poco se van calentando y volviendo a la vida con ellos, en estos fríos días de invierno.

-La peor parte de estos envites del viento, se la llevó el cortijo. La vieja construcción de piedra encalada, vigas de madera y tejas árabes, no pudo soportar semejantes “rachas endemoniadas” y vio como varias partes de su tejadillo fueron a parar al suelo, provocando abundantes canaleras de agua, que se iban filtrando a través de las grietas y deteriorando más aun, si cabe, su viejo armazón.

Andamiaje de sutura.

Lo que el viento se llevó, el albañil restauró.

Las nieves caídas se cuentan con los dedos de un pie. Fue a partir del día de Reyes, cuando cayeron los primeros copos. Agua que fue poco a poco absorbida por la tierra y por los cultivos de ajos y habas que empezaran a dar sus frutos al final de Mayo y principios de Junio.

Cortijo nevado.

La nieve posada sobre arboles,tejados y piedras se filtra poco a poco y empapa el terreno.

Este año no fue ejemplo de refranero popular y no hubo muchas nieves, esperemos conservar al menos… los pocos bienes y la Salud.

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